Las personas que tienen el cutis graso sufren por un aspecto que tiende a parecer sucio y brillante, y además en ocasiones también provoca la aparición de impurezas. Esto puede ser debido a una alimentación rica en grasas o a trastornos hormonales principalmente, pero podemos mejorar notablemente nuestra piel con la ayuda de mascarillas faciales.
Explicamos la receta de 5 mascarillas elaboradas naturalmente que nos ayudarán a eliminar el exceso de grasa de nuestro cutis, así como a eliminar impurezas, para conseguir una piel limpia y sin brillos.
Paso previo: la exfoliación
Para ayudarnos a eliminar el exceso de grasa de nuestra piel recomendamos realizar una vez por semana una exfoliación con un peeling natural, ya que los comerciales contienen ingredientes demasiado agresivos con nuestra piel. Para ello mezclaremos los siguientes ingredientes:
- Sal marina de grosor medio
- Bicarbonato de sodio
- Gel de aloe vera (extraído de una penca de la planta o bien comprado)
- Ralladura de piel de limón o bien unas gotas de aceite esencial de limón
- Unas gotas de aceite de almendra
Mezclaremos bien los ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea. Para hacer el peeling, lavaremos nuestra piel con agua tibia, aplicaremos el exfoliante y suavemente masajearemos todo el rostro en forma de círculos, evitando el contorno de los ojos. Lo dejaremos actuar un minuto y aclararemos con agua fría, para volver a cerrar los poros. A continuación hidrataremos nuestra piel con crema hidratante o gel de aloe vera. También podemos probar el aceite de coco como hidratante, ya que actúa como regulador de la grasa.
Mascarilla de arcilla verde
La arcilla es un remedio milagroso usado desde la antigüedad para extraer toxinas de nuestro organismo y a la vez aportarle minerales. Lo podemos usar tanto en cosmética como en salud, para aliviar dolores e inflamaciones. Antiguamente se usaba directamente el barro, ya que éste estaba limpio, pero hoy en día recomendamos comprarla en cualquier herbolario o parafarmacia.
Mezclaremos la arcilla verde en polvo con agua tibia, añadiéndola poco a poco, hasta conseguir una textura untable que no gotee con facilidad. La aplicaremos por todo el rostro, evitando el contorno de ojos, y la dejaremos actuar hasta que se seque, unos 20 o 30 minutos. Después aclararemos suavemente con agua tibia.
Mascarilla de aloe, cúrcuma y árbol de té
Esta mascarilla es ideal para pieles grasas y sensibles, con tendencia a eczemas. Mezclaremos el gel de aloe vera con cúrcuma en polvo y unas gotas de aceite esencial de árbol de té, el cual nos ayuda a combatir granitos e infecciones. Evitaremos sobre todo el contorno de ojos, ya que este aceite podría irritarlos. Por otro lado, la cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas.
La dejaremos actuar durante 20 minutos y aclararemos bien con agua.
Mascarilla de yogur y limón
Esta mascarilla es ideal para pieles mixtas o grasas con impurezas o con manchas, y además nos ayudará a refresar la piel sin resecarla en exceso. Mezclaremos yogur natural enterno con jugo de limón y también con la ralladura del mismo limón, hasta que obtengamos una textura espesa que podamos untar bien. Si nos ha quedado demasiado líquida podemos añadirle un poquito de harina.
La dejaremos actuar durante 30 minutos, hasta que notemos que se ha secado un poco.
Mascarilla ligera y rápida de pepino y leche
El pepino es un gran limpiador y tonificador de la piel y la leche nos ayuda a hidratarla sin aportarle grasa. Para prepararla rallaremos el pepino y lo mezclaremos con la leche. Puesto que nos quedará una textura líquida, utilizaremos un disco de algodón para humedecerlo en la mezcla y pasarlo por nuestra piel, como si la estuviéramos desmaquillando. Dejaremos unos instantes hasta que notemos que se seca y nos lavaremos la cara con agua. Podemos aplicarnos esta mascarilla antes de ir a dormir, para eliminar la suciedad acumulada durante el día.
Mascarilla de uva y levadura de cerveza
Esta mascarilla es ideal para pieles maduras grasas, ya que la uva es altamente antioxidante y nos ayuda a rejuvenecer nuestra apariencia, y la levadura de cerveza nutre en profundidad nuestra piel. Licuaremos o machacaremos las uvas para obtener el jugo fresco, el cual mezclaremos con levadura de cerveza. Aplicaremos esta mezcla y la dejaremos actuar durante al menos 30 minutos. Aclararemos con agua y rápidamente notaremos sus efectos sobre la piel.
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