Desde la época de Cleopatra la cosmética casera es una tradición que ninguna mujer debe perderse. Si bien la tecnología avanza y hay buenos cambios en lo que refiere al cuidado de nuestra piel, en casa puedes obtener resultados efectivos y, aveces impensables, incluso sustituyendo a los productos más avanzados.
Por eso, hoy algo que puedes y debes hacer en casa: un peeling. Además de limpiar la piel en profundidad, la exfoliación o peeling regenera las células muertas y te ayuda a tener una piel sana y más linda. Es muy simple de hacerlo y solo tienes que hacerlo una vez por semana. Hoy te contamos el paso a paso.
1. Humedecer la piel.
Lo primero que conviene hacer es desmaquillar el rostro y los ojos antes de iniciar el proceso de exfoliación, cuyo primer paso es humedecer la piel de la cara y el cuello con agua tibia.
2. Aplicar.
Hay que aplicar el peeling depositando varias dosis del tamaño de una avellana en la frente, en la punta y las aletas de la nariz, mejillas, mentón y cuello. Se extiende de forma uniforme por toda la zona a tratar.
3. Masaje descamante.
A continuación, debes masajear con delicadeza el producto con la yema de los dedos, presionando ligeramente y realizando movimientos circulares. ¡Cuidado! Si lo haces con fuerza, podrás dañar la piel y estimular la segregación de sebo.
4. Retirar.
Ahora, es el momento de eliminar el producto con abundante agua tibia. A continuación, aplica el tónico y la hidratante, pero espera varias horas antes de utilizar el maquillaje. Recuerda que si un día se te ha acabado la leche limpiadora o el tónico, puedes sustituírlo simplemente por leche de vaca. Sus propiedades son limpiadoras y suavizantes, y recuerda que Cleopatra la utilizaba para bañarse en ella y tener una piel más bella.
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