Tener una boca carnosa se ha convertido en un símbolo de sensualidad y juventud. Gracias a las nuevas técnicas estéticas y materiales de relleno, poseer unos labios seductores, está al alcance de cualquiera.
Razones para aumentar el volumen de los labios:
La herencia genética determina que una persona joven pueda tener los labios finos, pero la edad es la mayor responsable de su pérdida de grosor. Sus efectos son demoledores sobre esta zona: el tamaño del maxilar disminuye, las encías se retraen, disminuye la presencia de colágeno y el músculo orbicular cede. Esto se traduce en la aparición de arrugas, los labios se hunden y la distancia entre la nariz y el labio superior aumenta. Cuando esto sucede, es el momento de rellenar los labios, aunque también se puede hacer de forma preventiva antes de que todos estos síntomas se manifiesten.
¿En qué consiste?
Se trata de inyectar sustancias de relleno en las zonas de los labios que lo necesiten hasta conseguir una boca equilibrada. Es fundamental determinar la dosis que se va a inyectar para que el resultado sea natural. Este principio se convierte en ley con los pacientes más jóvenes, porque en ellos los materiales de larga duración estimulan la producción de fibroplatos, lo que genera un aumento de fibras elásticas que , en combinación con la sustancia inyectada podría dar mayor volumen a los labios. Esta es la razón por la que es necesario trabajar la zona poco a poco, inyectando dosis pequeñas y espaciando la sesiones para ir viendo los resultados.
¿Qué materiales se utilizan?
Entre otros, colágeno, hylaform, artecoll, gore Tex, restylane, geles acrílicos y biopolímeros.
¿Por qué aparecen a veces antiestéticos abultamientos?
En ocasiones se debe a una mala praxis; infiltración del material a una profundidad incorrecta; una reacción fibrosa exagerada ; exceso de material de relleno. La mesura es la regla de oro. Cuando el material de relleno supera el 50 % del volumen de los labios, la histología de la zona se desestructura y se generan serios trastornos de vasculación , más evidentes cuando hace frío y los labios muestran un aspecto duro, pálido y con abultamientos o perlas.
Razones para aumentar el volumen de los labios:
La herencia genética determina que una persona joven pueda tener los labios finos, pero la edad es la mayor responsable de su pérdida de grosor. Sus efectos son demoledores sobre esta zona: el tamaño del maxilar disminuye, las encías se retraen, disminuye la presencia de colágeno y el músculo orbicular cede. Esto se traduce en la aparición de arrugas, los labios se hunden y la distancia entre la nariz y el labio superior aumenta. Cuando esto sucede, es el momento de rellenar los labios, aunque también se puede hacer de forma preventiva antes de que todos estos síntomas se manifiesten.
¿En qué consiste?
Se trata de inyectar sustancias de relleno en las zonas de los labios que lo necesiten hasta conseguir una boca equilibrada. Es fundamental determinar la dosis que se va a inyectar para que el resultado sea natural. Este principio se convierte en ley con los pacientes más jóvenes, porque en ellos los materiales de larga duración estimulan la producción de fibroplatos, lo que genera un aumento de fibras elásticas que , en combinación con la sustancia inyectada podría dar mayor volumen a los labios. Esta es la razón por la que es necesario trabajar la zona poco a poco, inyectando dosis pequeñas y espaciando la sesiones para ir viendo los resultados.
¿Qué materiales se utilizan?
Entre otros, colágeno, hylaform, artecoll, gore Tex, restylane, geles acrílicos y biopolímeros.
¿Por qué aparecen a veces antiestéticos abultamientos?
En ocasiones se debe a una mala praxis; infiltración del material a una profundidad incorrecta; una reacción fibrosa exagerada ; exceso de material de relleno. La mesura es la regla de oro. Cuando el material de relleno supera el 50 % del volumen de los labios, la histología de la zona se desestructura y se generan serios trastornos de vasculación , más evidentes cuando hace frío y los labios muestran un aspecto duro, pálido y con abultamientos o perlas.
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